Historia de las mujeres: en proceso

By Denise Raquel Dunning, Fundador + director ejecutivo

Foto: Paula Bronstein / The Verbatim Agency / Getty Images

El Mes de la Historia de la Mujer es una oportunidad para reflexionar sobre lo lejos que hemos llegado y el camino a seguir. Durante demasiado tiempo, la historia de las mujeres ha sido la historia de las mujeres blancas de privilegio occidentales, ignorando las luchas de las mujeres de color, negras y pobres y borrando su liderazgo en los movimientos de mujeres. Cuando pienso en el año pasado, me sorprende el creciente reconocimiento de los movimientos de mujeres intersectoriales, intergeneracionales y transnacionales, y nuestra lucha por compartir el poder de manera auténtica e inclusiva.

La ex primera dama Michelle Obama y la Fundación Obama se asociaron con Refinery29 para entrevistar a la líder de Rise Up Girl, Alejandra Teleguario Santizo.

A medida que los movimientos de mujeres se enfrentan al pasado y trazan el rumbo del futuro, veo que más niñas, jóvenes y mujeres jóvenes toman la iniciativa. Ya no son solo los herederos de la historia de las mujeres, las niñas se están convirtiendo en las agentes y autoras de la historia de las mujeres, desempeñando un papel cada vez más central en la lucha por la justicia social, de género y racial.

En todo el mundo, las niñas líderes están trayendo nuevas voces, energía y estrategias a los viejos problemas que muchos de nosotros hemos dejado de tratar de combatir. En los Estados Unidos, las niñas líderes como Emma González, de 17, están transformando el debate nacional sobre la violencia con armas de fuego, mientras que las líderes como la niña de 17 años Alejandra Teleguario está poniendo fin al matrimonio infantil en guatemala

Las niñas y las jóvenes ya no se contentan con mantenerse al margen de la historia y ocupan el lugar que les corresponde en el centro de los movimientos de justicia social. A diferencia de las generaciones anteriores, donde con demasiada frecuencia las niñas se vieron obligadas a sentarse y esperar su turno para dirigir, las mujeres jóvenes se ponen de pie, levantan la voz e impulsan un cambio exponencial.

Juntos, nuestra responsabilidad es crear movimientos más inclusivos, equitativos e intergeneracionales que reconozcan y amplifiquen el poder de las niñas como agentes de cambio. Eso comienza creando espacios para escuchar y aprender de las niñas y mujeres jóvenes. No mañana, el próximo mes, o en los próximos años, sino hoy.


Este post fue también publicado en medio síguenos allí!